Uno de los ingredientes favoritos de nuestros creperos es, sin duda, el sirope de arce. En Pamplona es difícil encontrarlo en algún restaurante y, a no ser que busques una herboristería especializada, tampoco conseguirás un bote para la despensa de casa. ¿De dónde viene este sustituto natural del azúcar?

 

Al otro lado del océano, en Canadá y Estados Unidos, hace cientos de años que el sirope de arce se utiliza como condimento para postres tan deliciosos como gofres, tortitas, o, nuestro favorito, las crepes. Los indios aborígenes, que fueron quienes enseñaron este alimento a los colonos, lo utillizaban como suplemento alimenticio y  medicina. Es más, Canadá tiene en tan alta estima sus bosques de arces, árboles de los que se extrae la savia para hacer el sirope, que su hoja aparece en la bandera del país.

 

En los meses de marzo y abril, los expertos en este manjar natural hacen una pequeña incisión en el tronco del árbol y recogen, durante semanas, la savia que brota de su interior. Después, se hierve la savia obtenida hasta que se evapora la mayor parte del agua, quedando una sustancia espesa y con una alta concentración de glucosa, minerales y otras sustancias beneficiosas para la salud. 

 

Ya veis que la lista  de virtudes del sirope de arce es interminable, ya que no solo se utiliza para dietas o como fuente de nutrientes naturales, sino que, además, es uno de los alimentos favoritos de los más golosos. Así que ya sabéis, pasaos por La Crepería y animaos a disfrutar de la mejor crepe con este dulce tan delicioso. Orreaga propone la crepe de sirope de arce con yogurt y avellanas. ¡Os esperamos!